Hace algunos años, charlaba frecuentemente con dos amigos, antiguos compañeros de escuela. Eran bastante enriquecedoras aquéllas reuniones, amenas por lo demás.
Recuerdo muy bien que uno de mis amigos hablaba acerca de un tema que al día de hoy aún me resulta cautivante. Hablaba él, acerca de la " cotidianidad del absurdo ". Mi amigo, fiel devoto de Borges y Cortázar, andaba enredado con ese tópico muy propio de estos autores argentinos. Recuerdo " la noche boca arriba " y "Borges y yo" como algunos de sus favoritos.
¿puede cualquier cosa, llegar a concebirse absurda gracias al peso de la rutina y la monotonía que la envuelve?
Puede la repetitividad, conllevar consigo la perdida de significancia, de valor?
Particularmente creo que sí.
Intenta decir repetidas veces una palabra, muchas veces, hasta que su sonido, en sí mismo carezca de sentido.
Así la vida, día tras día, releyendo rutinas. Mecanismos de supervivencia, boyas a la cordura. Un sentido en sí mismo, visto desde afuera. Sin sentido, pequeños puntos, pigmentos, píxeles del cuadro completo.
No mires tan de cerca, puedes verte a tí mismo allí, no pierdas sentido tú mismo.